jueves, 31 de diciembre de 2015

El clásico de la semana es...

   
     Hay clásicos muy a nuestro pesar. Es decir, si consideramos como clásicos aquellas obras literarias (o que se encuentran en los aledaños de la literatura) que han educado sentimental y artísticamente a una o varias generaciones de de niños, adolescentes y jóvenes y que aún resuenan en su imaginario al acercarse determinadas fechas, no nos queda más remedio que aceptar dentro de tal categoría a la inefable canción Un año más de Mecano, un grupo clásico donde los haya. Que me perdonen sus detractores (que son legión), pero pocos grupos han conseguido que una canción suya esté tan fuertemente unida a un día como el de hoy, en el que el balance de lo bueno y malo forma parte de nuestro vestuario interior tanto como en el exterior proliferan las pajaritas, los sombreros y los vestidos cortos. Y que me perdonen sus seguidores (que son legión también), pero pocos grupos han conseguido disimular mejor los ripios entre los resultones pliegues de melodías pegadizas y perdurables. Un año más despliega estas virtudes son singular virtuosismo, y el sonrojo que pueden producir las rimas facilonas de todo tipo (españolitos con pitos; antaño con año), los giros coloquiales (despistao), ciertos tonos líricos (el champagne y las uvas y el alquitrán, de alfombra están) y esos pasajes enigmáticos y casi incomprensibles que de tan (me)canianos parecen directamente (la)canianos (a ver si en vez de un millón pueden ser dos... ¿personas? ¿pesetas?), todo ello queda enterrado por el clímax final del uno, dos, tres y cuatro, que al fin y al cabo es lo que hacemos al final de cada año con nuestras uvas y nuestros propósitos y balances de lo bueno y malo. 

Feliz 2016 a todos.



En la puerta del sol
como el año que fue
otra vez el champagne y las uvas
y el alquitrán, de alfombra están.

Los petardos que borran sonidos de ayer
y acaloran el ánimo
para aceptar que ya, pasó uno más.

Y en el reloj de antaño
como de año en año
cinco minutos más para la cuenta atrás.
hacemos el balance de lo bueno y malo
cinco minutos antes de la cuenta atrás.

Marineros, soldados, solteros, casados,
amantes, andantes y alguno que otro
cura despistao.
entre gritos y pitos
los españolitos
enormes, bajitos hacemos por una vez,
algo a la vez.

Y en el reloj de antaño
como de año en año
cinco minutos más para la cuenta atrás.
hacemos el balance de lo bueno y malo
cinco minutos antes de la cuenta atrás.

Y aunque para las uvas hay algunos nuevos
a los que ya no están le echaremos de menos
y a ver si espabilamos los que estamos vivos
y en el año que viene nos reímos.

1, 2, 3 y 4 y empieza otra vez
que la quinta es la una
y la sexta es la dos y así el siete es tres.

Y decimos adiós y pedimos a Dios
que en el año que viene,
a ver si en vez de un millón
pueden ser dos.

En la puerta del sol
como el año que fue
otra vez el champagne y las uvas
y el alquitrán, de alfombra están.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Felices para siempre

   
   Con la llegada de la Navidad, es normal recibir felicitaciones de todo tipo por los más distintos medios. 
   Esta vez, yo he tenido la suerte de recibir estos hermosos versos de Cecilia Pisos que, con su permiso, quiero compartir con todos vosotros para desearos lo mejor en estas fiestas, en el próximo año y para siempre.   

Deseo navideño

Que la estrella 
de tu arbolito
se tambalee
y la veas de pronto
hacerse fugaz 
cayendo
para que puedas
pedirle
tu mejor deseo.

Cecilia Pisos

jueves, 17 de diciembre de 2015

El clásico de la semana es...



L'adieu des bergers, de L'enfance du Christ, de Hector Berlioz.

Il s’en va loin de la terre
Où dans l’étable il vit le jour.
De son père et de sa mère
Qu’il reste le constant amour,
Qu’il grandisse, qu’il prospère
Et qu’il soit bon père à son tour.

Oncques si, chez l’idolâtre,
Il vient à sentir le malheur,
Fuyant la terre marâtre,
Chez nous qu’il revienne au bonheur.
Que la pauvreté du pâtre
Reste toujours chère à son cœur.

Cher enfant, Dieu te bénisse!
Dieu vous bénisse, heureux époux!
Que jamais de l’injustice
Vous ne puissiez sentir les coups.
Qu’un bon ange vous avertisse
Des dangers planant sur vous.


miércoles, 9 de diciembre de 2015

El clásico de la semana es...

Gracias, Julia, por tan bello regalo 

     Esta semana el clásico viene renovado en forma pero idéntico en fondo. Barbara Fiore Editora acaba de publicar el poema Arlequín, de Federico García Lorca, tan breve como profundamente lorquiano, ilustrado por André da Loba. Apenas cuatro versos que se van desplegando ante nuestra vista para convertirse, en efecto, en un arlequín, concebido por el Equipo TresBrujas. Como dice la página web de la editorial, se trata de un viaje del día a la noche, a través del cuerpo, el amor y la muerte, de una lectura de descubrimiento que abrirá una nueva puerta a la belleza tanto a quienes saborean su primer poema, bebés y niños, como a consolidados amantes del arte. 

Teta roja del sol.
Teta azul de la luna.
Torso mitad coral,
mitad plata y penumbra.















Recomendaciones para las Navidades

    El estupendo blog sobre poesía infantil y juvenil Bibliopoemes ha publicado varias listas de recomendaciones de LIJ para las Navidades. Entre ellas, incluye una relación muy completa de libros de poesía infantil para todas las edades, con títulos en castellano y catalán. Se puede consultar aquí.

domingo, 6 de diciembre de 2015

El clásico de la semana es...

    
      Caballero de otoño, de José Hierro, aunque este año el otoño se nos haya escapado de las manos sin apenas haberlo disfrutado.

Viene, se sienta entre nosotros,
y nadie sabe quién será,
ni por qué, cuando dice nubes,
nos llenamos de eternidad.

Nos habla con palabras graves,
se desprenden, al hablar,
de su cabeza, secas hojas
que el viento vienen y van.

Jugamos con su barba fría.
Nos deja frutos. Torna a andar
con pasos lentos y seguros
como si no tuviese edad.

Él se despide. ¡Adiós! Nosotros
sentimos ganas de llorar.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Dos orillas y un océano: 25 autores iberoamericanos de poesía para niños y jóvenes


Dos orillas y un océano: 25 autores iberoamericanos de poesía para niños y jóvenes (coord. Sergio Adricaín y Pedro C. Cerrillo), Cuenca, CEPLI/UCLM/Fundación Cuatro Gatos, 2015

No son las antologías un género ajeno a la poesía infantil, desde luego, pero generalmente se trata o bien de selecciones de la obra de grandes poetas que se considera apta para niños y jóvenes (como las que edita desde hace años Ediciones de la Torre con el colofón para niños), o bien de antologías que abarcan varias épocas e incluyen poemas de varios autores, con las que se intenta ofrecer un panorama más extenso de los versos tradicionalmente leídos por los niños. Dos orillas y un océano es, en este sentido, una antología diferente y original dentro de la poesía infantil, y lo es por varias razones.
En primer lugar, porque se trata de una selección de poetas que publican ahora mismo pero que al mismo tiempo tienen edades muy variadas. Se trata, por tanto, de una instantánea de la situación actual de la poesía para niños y jóvenes, más basado en el aquí, es decir, en la coincidencia en el mercado de una serie de autores publicados, que en los quizás ya obsoletos criterios generacionales, que en cualquier caso no funcionan demasiado bien en una literatura como la infantil, que se resiste a ser encerrada en cualquier clasificación nacionalista porque basa su especificidad en el destinatario, no el emisor.
En segundo lugar, también es diferente porque aplica criterios propios de antologías poéticas para adultos, como el hecho de incluir una breve poética de cada uno de los autores, en este caso en forma de entrevista, lo cual remite asimismo a ciertas maneras propias del hispanismo norteamericano. Además, se incluye una breve reseña de un libro de cada uno de los autores seleccionados, no solo informativa sino también crítica y valorativa, a cargo de especialistas en literatura infantil de las dos orillas. Con todo ello, se muestra un exquisito respeto por la poesía para niños, al tratarla de la misma manera y al ponerla a la misma altura que la poesía para adultos, y se evita cierta tendencia al didactismo que empapa siempre en mayor o menor medida este tipo de selecciones.  
Y, en fin, otro de los grandes aciertos del libro, quizás el más evidente desde el título, es haber creado una antología iberoamericana, que hace hincapié en la idea de comunidad lingüística y que une a autores españoles e iberoamericanos que han publicado en editoriales españoles con otros cuya obra es más difícil de conseguir en España. Esta decisión no es en ningún caso arbitraria, dado que no son pocos los autores americanos que han publicado sus libros en editoriales españolas en los últimos años o que han ganado alguno de los premios que se convocan aquí.
Partiendo de estos acertados supuestos, la antología supone una buena muestra de la poesía iberoamericana actual desde dos puntos de vista. 
Por un lado, refleja cuáles son las tendencias dominantes de la poesía para niños y jóvenes actual en español, y demuestra que este género goza de buena salud en nuestra lengua, ya que existe una gran variedad de propuestas dentro de las tendencias más dominantes. Tiene además la virtud de unir nombres ya clásicos de la poesía infantil hispana (como Antonio García Teijeiro, Marina Colasanti, Carlos Reviejo o Ana María Romero Yebra) con autores más jóvenes pero con una obra ya sólida a sus espaldas (como Mar Benegas, María José Ferrada, Cecilia Pisos o Darabuc), sin dejar de recordar en el prólogo a los que deberían estar y no están, por evidentes razones de espacio.  
Pero, por otro lado, quizás resulte aún más interesante que esta antología constituya un buen reflejo de cómo funciona el campo o sistema literario de la poesía para niños y jóvenes en español. Hace ya bastantes años que Pierre Bourdieu y Itamar Even-Zohar, entre otros, pusieron de manifiesto que los vaivenes del gusto literario dependen en gran parte de factores ligados al mercado y que los medios de difusión determinan la actividad literaria de cualquier época. En otras palabras, que la literatura no depende tanto de la concepción romántica de un autor frente al folio en blanco como de las imposiciones y reglas del sistema literario en que dicho acto de creación se sitúa, así como del repertorio que dicho creador tenga disponible a la hora de abordar la creación. En este sentido, Dos orillas y un océano muestra lo importante que son los premios en un género tan minoritario y difícil de publicar como la poesía infantil, pues buena parte de los seleccionados han ganado alguno de los galardones que se convocan en nuestro ámbito lingüístico (Luna de Aire, Príncipe Preguntón, Orihuela, Hispanoamericano), y el hecho de que su obra haya salido a la luz se debe sin duda a dicha oportunidad. La antología, pues, confirma este hecho, ya casi sabido, y por lo tanto no solo supone una buena muestra de las tendencias dominantes de la poesía infantil actual, sino también de sus medios de difusión, es decir, de cómo llega hasta los lectores. 
Quizás lo único que se eche en falta en Dos orillas y un océano es haber incluido algún poema más de los autores, pues la selección se limita en general a uno solo, pero entonces tal vez hubiera perdido en representatividad, y lo más importante en este caso es abrir boca, asomarse a la obra y, si interesa, buscarla y hacerse con ella. En todo caso, dicha limitación es un mal menor dentro de una antología que cartografía con acierto ese inmenso mar lírico que une dos orillas alejadas pero unidas por el lazo común de la misma lengua.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Última adquisición

El clásico de la semana es...

 
    En su ya clásico Por qué leer a los clásicos, Italo Calvino dijo que toda lectura de un clásico es en realidad una relectura, porque un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir. Sin duda alguna, Ítaca, de Konstantin Kavafis, es un clásico en el sentido calviniano del término, pues no importa cuántas veces lo hayamos leído: cada relectura da la sensación de ser una primera lectura. Además, sus propios versos nos dan la mejor de las instrucciones para leer a los clásicos: Mas no apresures el viaje. / Mejor que se extienda largos años...     

Si vas a emprender el viaje hacia Itaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A lestrigones ni a cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes,
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.

Itaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañara Itaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya que significan las Itacas.

(traducción de José María Valverde, Madrid, Hiperión, 1976, p. 46).

sábado, 21 de noviembre de 2015

El clásico de la semana...

   
     En el segundo volumen de la Antología de la literatura infantil española, de Carmen Bravo-Villasante, he encontrado este delicioso poema de la escritora Clemencia Laborda (1908-1980), una autora no demasiado conocida hoy en día pero que, cuando publicó su primer poemario en 1943, fue elogiada por Dámaso Alonso y Joaquín de Entrabasaguas. La propia Bravo-Villasante afirma de ella que "sus poesías parecen bordadas para párvulos que empiezan a leer y a escribir", algo que puede verse en este Bazar de juguetes, donde se combina cierta sensualidad con recursos típicos de la lírica para niños, como la enumeración y la referencia al imaginario propio de la infancia. 

Bazar de juguetes 

¡Ay, qué infantil este olor
a caballo de cartón,
y a "pepona"
relumbrona,
cabezona,
gordinflona
con las botas de tacón!

¡Ay qué infantil este olor
de la pelota de goma
y del muñeco llorón,
y qué lindo de colores
el Guiñol,
y la casa de muñecas
con balcón y mirador,
y la tienda,
con la trastienda
y el dueño en el mostrador,
y en el colegio la monja
enseñando la lección,
y la muñeca triste
con vestido rococó!

¡La mejor!,
porque tiene...
¡porque tiene
corazón!

Y en el cielo del bazar
toda una constelación,
la pelota y el balcón
y los globos de colores
como pompas de jabón.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Abierto aún el plazo para "Luna de Aire"


   Aún está abierto el plazo para presentar originales al Premio de Poesía Infantil "Luna de Aire", convocado por el CEPLI, y que este año cuenta con la novedad de que el manuscrito premiado será publicado en una nueva colección de SM que llevará el mismo nombre que el galardón. Hasta el 30 de noviembre se pueden presentar originales. Las bases pueden consultarse aquí. 

De tú a tú


    
     Como ya anunciamos en su día, la semana pasado se inauguró la cuarta edición del Máster "Lectura, libros y lectores infantiles y juveniles", de la Universidad de Zaragoza,con una conferencia a cargo de la editora y escritora Arianna Squilloni. Con tal motivo, ese mismo día se publicó en el Heraldo de Aragón una entrevista con su directora, Rosa Tabernero, que se puede leer aquí, y de la que me gustaría destacar solamente una frase, que, aunque se refiere al cuento porque al pregunta así lo pedía, se puede aplicar también a la poesía y a toda la literatura, infantil o no: "La clave de un cuento seductor, me parece, está en hablarle al lector de tú a tú, sin paternalismos, sin miedo a según qué temas, en la honestidad en la concepción del lector". Así es. 

jueves, 12 de noviembre de 2015

El clásico de la semana es...


Para Belén, amante de los gatos 

   El poeta estadounidense, pero nacionalizado británico, T. S. Eliot (1888-1965) publicó en 1939 el libro de poemas para niños, inspirado por sus ahijados, Old Possum's Book of Practical Cats, una obra que es conocida también por haber sido la fuente de inspiración del musical Cats. Su edición más conocida, sin embargo, es la que se publicó en 1982 con ilustraciones del gran Edward Gorey, creando así una obra de arte de primer orden. 
   Es bien sabido que Eliot era un gran amante de los gatos; pero, si no lo supiéramos, tras leer este The Naming of Cats no nos quedaría ninguna duda. Porque cualquiera que haya tenido un gato o haya dedicado algo de tiempo a observar a estos felinos, sin duda se sentirá reconocido en los últimos versos. Y es que ya se sabe que los gatos se pasan buena parte del día pensando en ese nombre que solo él conoce: su inefable, profundo e inescrutable tercer nombre. 

The Naming of Cats 

The Naming of Cats is a difficult matter,
It isn’t just one of your holiday games;
You may think at first I’m as mad as a hatter
When I tell you, a cat must have THREE DIFFERENT NAMES.
First of all, there’s the name that the family use daily,
Such as Peter, Augustus, Alonzo or James,
Such as Victor or Jonathan, George or Bill Bailey —
All of them sensible everyday names.
There are fancier names if you think they sound sweeter,
Some for the gentlemen, some for the dames:
Such as Plato, Admetus, Electra, Demeter —
But all of them sensible everyday names.
But I tell you, a cat needs a name that’s particular,
A name that’s peculiar, and more dignified,
Else how can he keep up his tail perpendicular,
Or spread out his whiskers, or cherish his pride?
Of names of this kind, I can give you a quorum,
Such as Munkustrap, Quaxo, or Coricopat,
Such as Bombalurina, or else Jellylorum —
Names that never belong to more than one cat.
But above and beyond there’s still one name left over,
And that is the name that you never will guess;
The name that no human research can discover —
But THE CAT HIMSELF KNOWS, and will never confess.
When you notice a cat in profound meditation,
The reason, I tell you, is always the same:
His mind is engaged in a rapt contemplation
Of the thought, of the thought, of the thought of his name:
His ineffable effable
Effanineffable
Deep and inscrutable singular Name.

Se puede leer el poema traducido aquí

Conferencia inaugural


Conferencia inaugural del Máster Propio en Lectura, libros y lectores infantiles y juveniles, promovido por el Departamento de Didáctica de las Lenguas y de las Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad de Zaragoza:

El sendero de papel. 
Un viaje al misterio que se esconde tras las páginas de un libro

ARIANNA SQUILLONI

Editora de A buen paso

13 de noviembre a las 18:30
Sala Pilar Sinués del Edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza 
(Plaza Basilio Paraíso, 4, 50005 Zaragoza)

jueves, 5 de noviembre de 2015

Libro de las lunas


Jabato, María Jesús, Libro de las lunas / Moons’ Book (ilustraciones de María Bravo; traducción de Pablo Quintana), Burgos, Caja de Burgos, 2015.

María Jesús Jabato ganó hace dos años el Premio “Ciudad de Orihuela” de poesía para niños, convocado por la editorial Kalandraka, un galardón que evoca desde su nombre la figura de Miguel Hernández, tan ligado a la localidad alicantina, y que no en vano se falla coincidiendo con el aniversario de su nacimiento y se entrega cerca del de su muerte. Como natural prolongación de ese premio, e incluso como agradecido homenaje a la sombra benefactora del poeta, la autora nos ofrece ahora este bilingüe Libro de las lunas / Moon’s Book, que desde el título evoca a Miguel Hernández y su Perito en Lunas. Por si quedara alguna duda, la dedicatoria – “Miguel Hernández, perito en lunas, en la memoria” – lo confirma. Además, el libro está dividido en cuatro partes que reflejan las distintas fases de la luna y reflejan otros tantos momentos de la vida de Miguel Hernández, como queda claro en los propios epígrafes.
Así, tanto el que todo el poemario evoque a Miguel Hernández como la división en estas cuatro partes, que suponen un amago de narración, entronca con un rasgo muy frecuente en la poesía infantil actual en español.
Mientras que los poemarios para adultos son conjuntos de poemas en los que se puede hallar un nexo común pero sin que este sea evidente desde el principio, en los infantiles suele claro hilo conductor que funciona como marco o metanarración. En consonancia con ello, Libro de las lunas puede leerse como una narración de la vida de un poeta, Miguel Hernández, pero cuya acción no avanza tanto a golpe de anécdota, pues la referencia a acontecimientos de la biografía del poeta no siempre es clara, como de espíritu.
La primera parte, “Luna Nueva: Miguel Hernández nació en Orihuela el 30 de octubre de 1910. De niño, fue pastor de cabra”, refleja la niñez como cabrero de Miguel Hernández, y por eso la mayoría de los poemas están dedicados a las cabras o tienen estas por protagonistas. En el primer poema, sin embargo, ya se adelanta la faceta de poeta del niño Miguel, cuando, hablando de una cabrita rubia, dice que “grita al viento / ento / ento, / que son carbón sus pezuñas / unas / uñas”. Los demás tienen casi todos un tono más bien juguetón, con sinsentidos y juegos de palabras, como en La boda, o personificaciones, como en Copla de la cabra ciega. Sin duda esta es la sección más lúdica de todo el poemario, porque refleja precisamente la infancia del poeta. Solo al final, en el último poema, da un paso hacia cierto lirismo (“Los cuernos de la cabra / son el perchero / donde el sol del verano / cuelga el sombrero”) que será la tónica general de la segunda sección, “Cuarto creciente: Mientras cuidaba el ganado, Miguel Hernández leía y escribía poesía”, que refleja el momento de aprendizaje poético de Miguel Hernández. Por eso, la mayor parte de las composiciones tiene un componente metafórico y arroja una perspectiva distinta sobre la realidad: es la mirada de un poeta, que sabe encontrar relaciones inesperadas entre las cosas que lo rodean. 
La tercera sección, “Luna llena: En 1936 estalló la Guerra Civil. Miguel Hernández se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena”, supone un punto de inflexión, tanto en la vida del escritor de Orihuela como en el propio poemario. La intención de la autora queda clara desde el primer y brevísimo poema, que intenta plasmar la visión de la guerra desde una óptica infantil relacionada con el juego (“Yo soy rojo. / Y yo azul. / Eres tonto. / Tonto tú. / No te ajunto. / A mí qué . / Yo te mato. / Yo también”). Dicha visión es asimismo palpable en otros poemas como Cómo se hace una guerra, que usa el molde de la receta para describir los elementos de una guerra y el absurdo de la misma, La guerra imposible, que se construye sobre estructuras paralelísticas y usa el sinsentido propio de la poesía popular para denunciar el sinsentido de la guerra, Arirmética o Nana para dormir un soldado. Entre este tono general, destaca por la potencia de sus imágenes, y por la sintética ilustración que lo acompaña, un poema de título tan contundente como ¡Bang!
Por último, la cuarta sección, “Cuarto menguante: En 1939 apresaron a Miguel Hernández. Enfermó. Murió en la cárcel del Alicante el 28 de marzo de 1942”, es quizás la más miscelánea de todas, y la menos clara en unidad. Junto a poemas en los que se refleja la muerte del poeta (Como un pajarillo, Eclipse de lune) y su posteridad, hay otros poemas en los que se vuelve a usar el tono lúdico predominante (Matemática de la luna, Poesía inacaba-, Nueva poesía inacaba-) y, en fin, hay composiciones que parecen motivas por una clara pretensión de expresar la idea de que, aunque un poeta muera, la poesía es algo que continúa en los versos y la mirada de los que siguen vivos.
Para quien esté familiarizado con la obra de María Jesús Jabato, este libro no le deparará ninguna sorpresa. Está presente en él lo que podría llamar  “marca de la casa”: hay recursos típicos de la poesía popular combinados en algunos momentos con el uso de metáforas más audaces que dan una mayor tersura a su estilo y que elevan considerablemente la calidad del poema. No hay duda, pues, de que de María Jesús Jabato domina la técnica poética de los versos de arte menor, de raigambre popular, con suma maestría: es ahí donde radica su punto fuerte y donde el poemario cumple con creces con lo que pretende. Además, la autora sabe diversificar sus recursos dentro de esta línea general y crear así poemas con distintos moldes textuales que evitan la sensación de reiteración. Sin embargo, creo que María Jesús Jabato es también maestra en una parte tan importante de la poesía como es la creación de metáforas y de imágenes, y tal vez se echa de menos que  hubiera sacado más a relucir esa veta suya de creadora de imágenes nata, porque sin duda este libro, y la misma advocación a Miguel Hernández sobre la que se construye, así lo pedía. O, dicho de otra manera, que este Libro de las lunas se elevara un poco más a esos cielos líricos por los que a veces los versos sí se pasean. 

lunes, 2 de noviembre de 2015

El clásico de la semana es...

   
     En el Día de los Difuntos, el clásico de la semana no podía tener otro tema más que la muerte. La poesía universal está llena de bellísimas elegías y conmovedores lamentos,  pero, en medio de tan abigarrada selva de lágrimas y plantos, quizás no venga mal echar mano de una visión un poco más irónica y distanciado, a la par que práctica, como la que nos propone Ángel González en esta Diatriba contra los muertos

Los muertos son egoístas:
hacen llorar y no les importa,
se quedan quietos en los lugares más inconvenientes,
se resisten a andar, hay que llevarlos
a cuestas a la tumba
como si fuesen niños, qué pesados.
Inusitadamente rígidos, sus rostros
nos acusan de algo, o nos advierten;
son la mala conciencia, el mal ejemplo,
lo peor de nuestra vida son ellos siempre, siempre.
Lo malo que tienen los muertos
es que no hay forma de matarlos.
Su constante tarea destructiva
es por esa razón incalculable.
Insensibles, distantes, tercos, fríos,
con su insolencia y su silencio
no se dan cuenta de lo que deshacen.

viernes, 30 de octubre de 2015

Juan Carlos Martín Ramos, VIII Premio Ciudad de Orihuela de poesía para niños



   El escritor Juan Carlos Martín Ramos ha sido galardonado con el VIII Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños por la obra presentada con el lema Mundinovi. El fallo del certamen, convocado por la Concejalía de Educación de Orihuela y el sello FAKTORÍA K de la editorial KALANDRAKA, coincide con el 105 aniversario del nacimiento del poeta oriolano Miguel Hernández. Mundinovi ofrece una “visión completa del mundo del títere”: desde qué son hasta quiénes son, pasando por la función que cumplen. Se trata de un “hermoso poemario”, ha señalado el jurado, elaborado a base de “versos populares muy rítmicos, acompañados con pequeñas escenas dramáticas”.
        Ha sido elegido por unanimidad entre 106 trabajos procedentes de 29 países, entre los que figuran España, Argentina, México, Israel, Cuba, Costa Rica, Puerto Rico, Estados Unidos, Canadá, Francia o Israel. La ormiga que perdió su hache ha sido la finalista del certamen. El jurado ha estado formado por la concejala de Educación y Cultura de Orihuela, Begoña Cuartero, las profesoras y escritoras Antonia Rodenas y Fuensanta Estremera, el poeta Antonio Rubio y el director de Kalandraka, Xosé Ballesteros.
      Juan Carlos Martín Ramos (Belmez, 1959) es escritor y trabaja como técnico de Cultura en el Ayuntamiento de Fuenlabrada. Ha recibido el Premio Lazarillo de Literatura Infantil (2003) por la obra Poemamundi y el Premio Leer es Vivir (2002) por Las palabras que lleva el viento. Ha publicado en total seis libros para público infantil y juvenil. Se ha dedicado también al mundo de los títeres, en la compañía Titiritaina.

Laura Escudero, Premio de Poesía Hispanoamericana para niños 2015



Ema y el silencio, libro ganador del premio en su versión 2015



El jurado estuvo integrado por Susana Ríos Szalay, María Emilia López y Mercedes Calvo 


El premio consiste en doscientos mil pesos mexicanos y la publicación del libro en el Fondo de Cultura Económica

   El jurado calificador del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2015, integrado por Susana Ríos Szalay, de México; María Emilia López, de Argentina y Mercedes Calvo, de Uruguay, determinó por unanimidad, de acuerdo con la convocatoria respectiva y luego de revisar cuidadosamente las postulaciones recibidas al certamen, provenientes de una veintena de países, que el ganador del premio único e indivisible sea el trabajo titulado Ema y el silencio, marcado con el número 301 y presentado bajo el seudónimo de Alicia Liddell. Ema y el silencio es de la autoría de Laura Escudero, escritora, docente, psicóloga y promotora de la lectura radicada en la ciudad de Córdoba, Argentina.

   Laura Escudero nació en la ciudad de Córdoba en 1967. Es Profesora de Educación Preescolar y Licenciada en Psicología. Miembro de Cedilij (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) desde el año 2000. Es Máster en Promoción de la Lectura de la universidad de Castilla-La Mancha (CEPLI). Resultó dos veces ganadora del Premio El barco de vapor (Ediciones SM, Argentina)  en el 2005 con Encuentro con Flo y en el 2010/11 con El rastro de la serpiente. Tres de sus libros fueron distinguidos como “Destacados de Alija”. Encuentro con Flo ha sido traducido al portugués.  Otros títulos son: Heredé un fantasma  (SM), El botín (Norma), Los parientes impostores (Norma), El camino de la luna (Comunicarte) o La viejita de las cabras (Del Eclipse). Actualmente se dedica a la escritura y la enseñanza en el nivel superior.

   El jurado destacó el libro seleccionado entre 318 participaciones recibidas por su excelente trabajo sobre el lenguaje y un manejo agudo de las imágenes que forman una unidad impecable.

lunes, 26 de octubre de 2015

El clásico de la semana es...

   
    Una nana, porque es el lugar por donde empieza todo: la música, la poesía, el sueño y la vida.
    Y porque, como dice la letra de esta esta nana napolitana (interpretada por el contratenor Philippe Jaroussky y L'Arpeggiata), ya llegará el momento de partir, ya llegará el momento del dolor. Pero, mientras tanto, no es malo intentar dormir.

Ninna nanna alla Napoletana  

Ninna nanna, ninna nanna,
dormi figlio, dormi amore.

Con quel pianto e quella voce
brami, ohimè, brami la croce.
Or ch'è tempo di dormire
dormi figlio e non vagire,
verrà il tempo del dolore.
Dormi amore.

Quella bocca pien di miele
 brama latte aceto e fiele.
Or ch'è tempo di dormire
verrà il tempo del partire,
verrà il tempo del dolore.
Dormi amore.

Altri pecca e tu ne piangi,
e la vita in morte cangi,
e ne godi nel dolore.
Per dar vita al peccatore
complirai questo desio.
Dormi, o Dio.

miércoles, 21 de octubre de 2015

El clásico de la semana es...

   
    Edna Saint Vincent Millay (1892-1950) es sin duda una de las poetas más conocidas en Estados Unidos y una de sus figuras literarias más carismáticas. Su gran éxito en vida y su enorme popularidad decayeron no obstante a raíz de la influencia creciente de ese cambio de sensibilidad generalizado que en los países anglosajones se conoce como Modernism, dentro del cual su poesía, de tonos más románticos, no encajaba bien, y solo la emergencia de la crítica feminista vino a rescatar y reinvidicar críticamente su calidad en años más recientes.
    Aunque no escribió poemas específicamente dirigidos a un público infantil, un volumen publicado en 1951, Edna St. Vincent Millay's Poems Selected for Children, contiene una muestra significativa de su producción lírica considerada adecuada para jóvenes lectores, ilustrados por J. Paget-Fredericks. 
   Vincent Millay tiene poemas de amor apasionado y elegiacos (es conocido su verso And you as well must die, beloved die), e incluso los poemas seleccionados para niños no pueden sustraerse de ese tono elegíaco y algo melancólico, en el que late un apasionamiento contenido que sin embargo sí aflora en muchos otros poemas. 
    Poco conocida y casi nada traducida en España (salvo error), aunque contemos con una biografía suya publicada en la editorial Circe, de ella incluyo aquí dos poemas que, bajo una superficie de aparante placidez, reflejan precisamente dicho tono algo elegíaco del que hablábamos antes. 

Sorrow

Sorrow like a ceaseless rain
Beats upon my heart.
People twist and scream in pain, —
Dawn will find them still again;
This has neither wax nor wane,
Neither stop nor start.
People dress and go to town;
I sit in my chair.
All my thoughts are slow and brown:
Standing up or sitting down
Little matters, or what gown
Or what shoes I wear.

Epitaph

Heap not on this mound
Roses that she loved so well;
Why bewilder her with roses,
That she cannot see or smell?
She is happy where she lies
With the dust upon her eyes.

Travel

The railroad track is miles away,
And the day is loud with voices speaking,
Yet there isn’t a train goes by all day
But I hear its whistle shrieking.
All night there isn’t a train goes by,
Though the night is still for sleep and dreaming,
But I see its cinders red on the sky,
And hear its engine steaming.
My heart is warm with friends I make,
And better friends I’ll not be knowing;
Yet there isn’t a train I wouldn’t take,
No matter where it’s going.
 

martes, 20 de octubre de 2015

nada de nada


 
Nesquens, Daniel y Gamón, Alberto, Nada de nada, Zaragoza, Ediciones sinpretensiones, 2015.

Creo que a nadie se le escapa que hoy en día en España estamos asistiendo a un cambio de paradigma en el mundo editorial, caracterizado, entre otras transformaciones, por cierta proliferación de sellos editoriales independientes que ofrecen productos más arriesgados y personales y que se ven obligados a crear un catálogo particular para sobrevivir entre tanta competencia (y para publicar algo realmente inédito también). Esta tendencia se da en la literatura para adultos, pero también en la literatura infantil y juvenil, en la que, al margen de las grandes editoriales que todos conocemos, han surgido proyectos muy interesantes, a veces casi artesanales, que publican libros muchas veces arriesgados y personales.
Uno de esos sellos es sin duda sinPretensiones, que ha nacido en Aragón, una región que parece un paraíso de la literatura infantil, a juzgar por la enorme actividad ligada a la misma que se encuentra allí, según ponía de manifiesto recientemente Begoña Oro, tanto editorial como académica, con el grupo ELLIJ de la Universidad de Zaragoza, dirigido por Rosa Tabernero, y su máster propio como punta de lanza. Detrás de este sello están dos ilustradores, un escritor y una librera y una bibliotecaria. Su catálogo es tan reducido como exquisito (se puede consultar en su web), y sus apuestas no deberían dejar indiferente a los lectores más exigentes.
En Nada de nada, su cuarto libro, se unen los talentos de Daniel Nesquens y Alberto Gamón, como nos dice el subtítulo, bastante informativo: “Greguerías de Daniel Nequens ilustradas por Alberto Gamón”. Usar la palabra greguería para describir estas composiciones deja ya clara la genealogía literaria de la que proviene el autor (a nadie le sorprenderá, si ha leído otras obras suyas), pero, por si fuera necesario orientar a algún despistado, abre así el AVISO AL LECTOR:

“Si Robinson Crusoe, comparado con Moby Dick, es la obra de un aficionado, no quiero pensar lo que son estas “flautas con orejas” en comparación con las greguerías de Ramón, con las máximas mínimas de mi admirado Jardiel Poncela o con las chilindrinas de mi paisano Tomás Seral y Casas”.


De alguna manera, parecía inevitable que Daniel Nesquens acabara por escribir greguerías. Toda su literatura para niños es deudora de una tradición literaria que entronca con el humor y el absurdo de manera muy clara, en la línea de los escritores evocados en el AVISO, y que se prolonga también aquí bajo la clara influencia de la definición ya clásica y muy difundida de greguería: metáfora más humor.
Pero lo más destacable es que esa genealogía que entronca a Nesquens con las vanguardias y los ismos no se ve solamente en el uso de la greguería y del humor, sino también en los juegos tipográficos que se suceden constantemente durante las páginas del libro. Así, aunque la edición adopta un formato más bien convencional en lo que respecta la distribución del texto y las ilustraciones (aquel en página par, estas en impar), en la mayoría de las greguerías se juega con la tipografía de alguna manera, con una variedad de recursos realmente sorprendente en la que apenas se ve reiteración, muchas veces adaptándose a la ilustración que la acompaña.
Por ejemplo, la primera, (“El ascensor no tendría por qué bajar, el descensor sí”), no solo las dos oraciones se disponen en vertical sobre la página, sino que las palabras de la primera están en sentido ascendente y las de la segunda en descendente, en consonancia con el propio texto. Otras veces se eliminan letras de la greguería (“La bicicleta se alimenta de k l´tr s”) o se recurre a una disposición imitativa en forma de caligrama, como en “La torre Eiffel es el cohete que siempre está estropeado” o en “La televisión es rectangular y no redonda para poderla dejar sobre la mesa”, donde todo el texto adopta la forma de un rectángulo. En “La jirafa siempre está en las nubes”, por su parte, la primera parte, “La jirafa siempre está” se sitúa en la parte baja de la página, mientras que “las nubes” está en lo alto de la misma. Tampoco son infrecuentes los cambios de fuentes o la imitación de diversos formatos ("La sandía siempre está sonriendo" está encerrado dentro de un óvalo que recuerda a las pegatinas que llevan algunas frutas). 
Las ilustraciones son sin duda una respuesta coherente a todos estos juegos. Sintéticas y de perfiles acertadamente cubistas en ocasiones, y con una tendencia a la síntesis que recuerda a ciertas manifestaciones de la poesía visual, lo más importante aquí es que se da una interacción entre las ilustraciones y los textos que le proporciona una dinámica propia de un álbum ilustrado, pues hay ocasiones en las que son necesarios ambos códigos para entender el mensaje en su conjunto. O, dicho de otra manera, muchas veces sin la ilustración no se entiende la greguería. Por ejemplo, en el caso de “El marisco preferido del pianista es el pulpo”, solo la ilustración, en la que se ve unas semicorcheas suspendidas sobre la página en blanco, nos resuelve el enigma metafórico que contiene el texto. Algo parecido sucede en el “La grapadora expulsa las grapas después de haber comido pescado”, que aparece en la página en vertical. En la ilustración, se ve una grapadora abierta, como si fuera una boca, de la que salen unas cuantas grapas que forman la silueta de un pez. En “El coche es un gran atleta”, en la que las letras del texto se van separando paulatinamente para simular velocidad, la ilustración juga con la similitud entre un bólido y una zapatilla de deporte, mientras que el “El oficio de padre es el más artesanal de todos”, todo el texto se  dispone al revés en consonancia con la ilustración, una imagen de Gepetto mirando desesperado desde arriba a un Pinocho con la nariz larguísima.  
Así, realmente este libro es una obra a dos voces, en la que se combinan dos talentos en plena sintonía para ofrecernos una pieza extremadamente afinada.
Para acabar, solo me queda decir que ojalá hubiera más libros así. Es decir, libros en los que se invite a los lectores (a los niños, por supuesto, pero también a los demás) a jugar con las palabras y las imágenes, a crear imágenes con las palabras en todos los sentidos y a maridar palabras con imágenes, y a hacerlo porque sí, porque es bueno ejercitar la imaginación y deleitarse con la sensualidad verbal, y no porque haya ningún valor que aprender, ninguna lección que recoger, ninguna moraleja que retener. Porque es bueno leer por leer y leer porque sí. 
Nada más. 
Nada menos.  


sábado, 17 de octubre de 2015

El clásico de la semana es...

       
       Oda a las papas fritas, de Pablo Neruda, porque una comida que le gusta a todo el mundo merece sin duda un poema a su altura.

Chisporrotea
en el aceite
hirviendo
la alegría
del mundo:
las papas
fritas
entran
en la sartén
como nevadas
plumas
de cisne
matutino
y salen
semidoradas por el crepitante
ámbar de las olivas.

El ajo
les añade
su terrenal fragancia,
la pimienta,
polen que atravesó los arrecifes,
y
vestidas
de nuevo
con traje de marfil, llenan el plato
con la repetición de su abundancia
y su sabrosa sencillez de tierra.

miércoles, 7 de octubre de 2015

El clásico de la semana es...

   

      Ahora que es el momento de Basquiat en el Guggenheim de Bilbao, también puede serlo de recordar Life Doesn't Frighten Me, un libro en el que la editora Sara Jane Boyers unió versos de la escritora estadounidense Maya Angelou (1928-2014) con obras del artista neoyorquino. Dos de las más poderosas personalidades artísticas norteamericanas unidas en un solo libro. Un clásico instantáneo que se puede leer traducido aquí y leído por la propia autora aquí.

 

Shadows on the wall, noises down the hall,
Life doesn’t frighten me at all.
Bad dogs barking loud, big ghosts in a cloud,
That doesn’t frighten me at all.

Mean old Mother Goose, lions on the loose,
They don’t frighten me at all.
Dragons breathing flame on my counterpane,
That doesn’t frighten me at all.

– I go Boo, make them shoo,
I make fun, a-waaay they run!
I won’t cry, so they fly,
I just smile, and they go wild!
Life doesn’t frighten me at all.

Tough guys in a fight, all alone at night,
Life doesn’t frighten me at all.
Panthers in the park, strangers in the dark,
No, they don’t frighten me at all.

That new classroom where
Boys all pull my hair,
They don’t frighten me – at all.
Kissy little girls
With their hair in curls,
They don’t frighten me – at all.

Don’t show me frogs and snakes
And listen for my screams
– IF I’m afraid at all,
It’s ONLY in my dreams…

I have got a magic charm that I keep up my sleeve,
I can walk the ocean floor and never have to breath.
Life doesn’t frighten me – not at all – not at all,
Life doesn’t frighten me at all.

 

 


domingo, 13 de septiembre de 2015

Retorno

 
      Aquellos que nos dedicamos a la enseñanza y a la literatura vivimos septiembre como el verdadero comienzo del año. Después del descanso veraniego, toca ponerse a trabajar, a leer y a escribir. Pero estos meses de vacaciones blogueras no han sido inútiles o improductivos, pues han servido para proveerme del material que llenará www.dulcepepinillo.blogspot.com.es durante los próximos meses. Aquí va un adelanto. Feliz retorno, pues, a todo el mundo. 


domingo, 5 de julio de 2015

El clásico de la semana es...

veraniego, pop, de culto y con un toque pavesiano.


Tengo ganas de fiesta,
de que acabe el invierno,
de volver a nadar en el mar,
de soñar un verano
en el que fuimos novios
y poderle cambiar el final.

Tengo algunos poemas
que escribimos entonces
que ahora te harían reír.
Han pasado tres años
desde aquel verano
y sigo enamorado de ti.

Tu cara triste,
mi amor de plata,
podemos volver a empezar.
Seremos delfines
o ballenas azules
viviendo en el fondo del mar.

Tengo ganas de fiesta,
de que acabe el invierno,
de volver a nadar en el mar,
de soñar un verano
en el que fuimos novios
y poderle cambiar el final.

El bello verano, Family. 

domingo, 28 de junio de 2015

El clásico de la semana es...


 
    En una semana como esta, y en un día como hoy, el clásico de la semana se tiñe por supuesto de colores y de celebración. Son muchos los poemas y los poetas que podrían haber protagonizado esta entrada, pero he optado por Carol-Ann Duffy (1955, Glasgow) por varias razones. En primer lugar, porque es una autora de una importante obra poética para adultos y niños, aunque aún sea poco conocida en España. Y, en segundo lugar, porque es una mujer valiente, que nunca ha ocultado su condición de lesbiana y cuya franqueza no le ha impedido ser nombrada Poet Laureate en Reino Unido, quizás la mayor distinción que puede alcanzar un poeta en ese país. 
    Como acabo de decir, es autora de una importante obra poética para niños, y ha editado asimismo antologías de poemas para niños; pero para un día como hoy he preferido elegir un hermoso poema de amor como este You, que ofrezco aquí en versión original pero que se puede leer traducido en este enlace y escuchar recitado por la propia autora en este otro. En él se celebra el enamoramiento, aunque este pueda llegar a ser, como dice un verso del propio texto, glamorous hell.

YOU  

Uninvited, the thought of you stayed too late in my head, 
so I went to bed, dreaming you hard, hard, woke with your name, 
like tears, soft, salt, on my lips, the sound of its bright syllables   
like a charm, like a spell.          
                          
Falling in love  is glamorous hell; 
the crouched, parched heart  like a tiger ready to kill; 
a flame's fierce licks under the skin.  
Into my life, larger than life, beautiful, you strolled in.  

I hid in my ordinary days, in the long grass of routine,   
in my camouflage rooms. You sprawled in my gaze,  
staring back from anyone's face, from the shape of a cloud,  
from the pining, earth-struck moon which gapes at me    
and I open the bedroom door. The curtains stir. There you are   
on the bed, like a gift, like a touchable dream.

(from Rapture, Picador, 2005).